Imagino colegios y escuelas humanizantes, centradas en el bien común, abiertas a la comunidad y con el proceso educativo más allá de las aulas.
Imagino una educación donde los estudiantes puedan trabajar en conjunto, manifestando su palabra y su mirada del mundo.
La descentralización aún es un gran problema en Perú. Nos falta desarrollar competencias fuertes en otras regiones; no todo puede ser la capital.
Si el mundo está lleno de ansiedades y miedos, cada educadora, cada profesor, cada maestro, tendrá que conservar la calma y ayudar a los demás a que la conserven.
No tenemos un cuerpo, somos un cuerpo. El cuerpo, con su orgánica y dinámica, nos constituye y construye. Somos movimiento y gesto y estos, de algún modo, configuran nuestra estructura cerebral.